VIDA SALUDABLE CONSEJOS

El uso de pantallas y el desarrollo infantil





Actualmente, es imposible comprender nuestra realidad sin el concepto digital. La sociedad sin tecnología no existe, y nuestros hijos lo saben. Los teléfonos inteligentes son parte de nuestro día a día y ya sustituyen en nuestra vida a los “buenos días” y “buenas noches” que nos hacían conectar con aquellos con los que convivimos.


Según la Asociación Española de Pediatría, el mal uso de la tecnología digital afecta a la salud física, mental, sexual y social. En la infancia y en la adolescencia también afecta al neurodesarrollo y al aprendizaje. La clave está en aprender a convivir con las tecnologías de la información y comunicación, compaginando la vida real con la virtual, de la manera más sana posible y esto supone un gran reto para padres y educadores.
 

Pantallas: móviles, tabletas, televisión o videojuegos. 

Está abierto el debate sobre el uso de dispositivos móviles por parte de la población infantil y adolescente.  Recientemente, el Consejo Escolar de Cataluña ha acordado limitar el uso de dispositivos entre los alumnos de la ESO. En la Unión Europea, los eurodiputados presentan estrategias legislativas para mejorar la protección de los consumidores y de su privacidad, especialmente de los menores de edad. 

Expertos en diseño, tecnología, marketing y psicología trabajan sin descanso en crear mecanismos de dependencia hacia el uso de aplicaciones y Redes Sociales, recopilar información privada de usuarios y crear necesidad de consumo y uso de dispositivos. El tiempo excesivo frente a las pantallas limita las horas de sueño, ejercicio, convivencia, conversaciones e incluso de alimentación de nuestros niños/as y adolescentes, lo que repercute en vivir una vida imaginaria frente a la realidad. 
 

Algunas razones para controlar y limitar el uso de dispositivos electrónicos.  

La principal razón para introducir límites en cuanto al uso de las tecnologías es el deseo de que nuestros hijos crezcan sanos y felices. Siguen algunos puntos a considerar en cuanto a la influencia negativa de las mismas:

  1. El uso excesivo de pantallas puede asociarse a déficit de atención, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje, aumento de la impulsividad y de la falta de autocontrol; 
  2. Alteraciones del sueño: el descanso es fundamental para el desarrollo físico y mental.  
  3. Obesidad infantil y sedentarismo: no moverse limita el crecimiento muscular y el funcionamiento cardíaco.  
  4. Adicción a las nuevas tecnologías y comportamientos adictivos. 
  5. Aislamiento social: poca convivencia física con el otro y dificultad para socializar. 
  6. Frustración: la vida virtual, no es la vida real. El inmediatismo en la información y el idealismo de momentos esporádicos en las redes sociales, no son un reflejo de la realidad.
     

¿Qué podemos hacer para ayudar a niños/as y adolescentes a usar adecuadamente las tecnologías? 

  • Establecer límites en cuanto a dónde, cuándo y cómo utilizarlas.  
  • Cambiar tiempo de uso de móviles y juegos electrónicos, por tiempo de lectura y ejercicio físico. 
  • No dejes que lleve a la habitación dispositivos electrónicos.  
  • Instala aplicaciones para limitar el tiempo de uso del móvil y el acceso a internet y redes.  
  • Evita que use la tecnología antes de acostarse. 
  • Intenta dar ejemplo, y no utilices el móvil cuando estés hablando con su hijo: emplea la escucha activa. 
  • Habla abiertamente con tu hijo sobre el uso de las tecnologías.


Departamento de Orientación

 

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